jueves, 22 de julio de 2010

RENAULT EN LA COMPETICION











Si hay una marca que disfruta de peso específico histórico en TC 2000, es Renault. Junto con Ford, el Rombo cuenta con una de las hinchadas más populosas a nivel nacional, con fanáticos en todas las provincias. Todos se acuerdan del Renault 18 de Juan María Traverso, de aquella cupé Fuego roja que hizo debutar Daniel Mustafá de la mano de Oreste Berta y que luego el mismísimo Flaco llevó a la fama eterna. La Fuego fue dueña de los títulos de 1986 a 1993. Seis para Traverso, uno para Oltra, otro para Guerra. Impresionante récord. Pero también impresionaba la extensa sequía sin victorias. Pasaron 11 años, tres meses y dos días desde aquel veloz triunfo de Omar Martínez en La Plata 1996, con el Renault 19, hasta el obtenido ayer por Guillermo Ortelli, en Paraná. 4.110 días para ser exactos. Asusta.
"Dejé el alma en esta carrera. Por los 11 años de Renault y porque hacía mucho que yo no ganaba. Esto me quita presiones", lanzó un extenuado Ortelli, que venció en dos (TC, en Mar de Ajó) de las tres carreras que corrió en el 2008. No festejaba desde Concordia 2005. El saltense empató al Flaco en el récord de haber ganado con cinco marcas diferentes.
Complicado porque no pudo beber líquido en carrera (se salió la manguerita del recipiente), Guille la luchó a pura chispa. Largó bien, superó a Bugliotti y llegó hasta Basso, al que tuvo que ejecutar primero por afuera, a lo macho, y luego soportar un topetazo que puso al Mégane de costado. "Aproveché los huecos que me dejaron, pero qué lindo es correr así& La gente se va llena", opinó. Luego superó en el mismo lugar a Caíto Risatti, de gran debut. Bugliotti, que casi llora por la mala largada, rescató un segundo puesto que lo pone como hombre fuerte de Chevrolet, que perdió a Ledesma con la caja rota. Ortelli, astuto, se aprovechó de un secreto: en la misma curva de sus víctimas dobló por la cuerda interna, recorriendo menos terreno, sin usar el piano. "El auto era un trueno en ese sector", contó.
Con una gran inyección de dinero y el entusiasmo de siempre de Guillermo Kissling ("Con Willy nos hacemos dos señas y ya sabemos qué necesita el auto", dice Ortelli), Renault se prepara para pintar el 1 otra vez en sus autos. Edgardo Fernández, la cabeza del equipo, se jugó parte de su prestigio al echar a Emiliano Spataro -qué mal se manejó esta decisión- para sentar a Matías Rossi como compañero de Ortelli. "Somos muy parecidos, no habrá problemas entre los dos. Hasta nos miramos la adquisición de datos mutuamente, siempre se puede aprender algo", admite Guille, que ayer dio otra lección. Como aquel Ortelli que ganaba todo hace unos años.

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